Thursday, January 11, 2007

Cuando el mundo tira para abajo

es mejor no estar atado a nada...

Hoy intenté por tercera vez en la semana levantarme temprano y hacer ejercicio. Fallido. Fallido no comer zucaritas, fallido no revisar ciertas páginas y ciertos nombres. Soy una falla. Ya no quiero mirarme la nariz y contarme las pecas esperando que haya una menos, una distinta, una más. Estoy harta de la homogeneidad, de la antievolución; de pensar las mismas cosas y repetir los mismos argumentos que a nadie importan como si aun necesitara convencerme. Estoy harta del convencimiento que no lleva hacia ningún lado, de los mismos chistes y las mismas tristecitas siempre hirviendo. Talvez podría ser una persona más interesante; talvez podría ser otra o ser yo con alguien que no sepa quien soy yo...pero no lo voy a hacer porque mañana me va a llegar la hora del ejercicio y voy a estar dormida, la hora del desayuno con dos tazas de azúcar, las horas de la antiespera inconciente...las horas

3 comments:

Adrián Solís Rojas said...

¡Oh la humanidad!

A todos nos llega el autohartazgo. A todos nos llega la autocomplacencia o al menos, una autorredención complaciente y descomplicada. Para paliar nuestras mentiras.

Te lo digo por experiencia.

William Eduarte said...

nada
una
es tan interesante
tan interesante
como quiera verse

El menosprecio
es mas injusto de los defectos

Floriella said...

Todo pasa, ya vas a ver. Hasta las horas...
Abracitos!