Saturday, June 23, 2007

Tiro libre

La radio le dice al taxista cómo deben alinear los equipos nacionales y el taxista le responde, con la voz de la tercera llamada, cuáles son los problemas técnicos y administrativos que no permiten a la selección nacional desarrollarse. Por la ventana dos indigentes patean una piedra como si se botaran los dientes, la más joven sólo tiene uno. Sobre la alameda un campeón de ocho años se amarra los tacos, a esa altura sólo puede verme los tacones acercándose; después de un par de series me sonríe con un pase. La rotación de la bola es entonces la risa de pánico de una mujer elegante a la que le botan los dientes, caigo contra la acera. Al despertar tengo una piedra en la mano y hay una mujer que me señala desde un taxi. Su taxista toma otra carrera por el radio de comunicaciones.

Wednesday, June 20, 2007

La bolsa

a Diego


Nunca entendí porque los llamaban en plural si sólo había uno. Tuve vergüenza de preguntar, no había una razón para que a esa edad tuviera tanta información. Me deshice tocándome mientras me bañaba, entendiendo a los otros, procurando hacer ciencia de mis seis años para me entender la dualidad testicular de lo que yo sabía una gran bolsa, de mayor tamaño que el pene. (El pene, a los seis años, no tenía ninguna importancia para mí) Al tiempo desistí, supuse que era de eso que convenimos en decir entender y que nadie sabe en realidad. Un día, años después, (tendría diez) me dijeron que tocar penes embarazaba, los penes empezaron a tener una importancia terrorífica. Temía rozar por error, caerme encima de un zipper, sentarme en el baño de hombres. Hasta que un día, el machito de atrás, pese a mi frecuente escapatoria, me agarró la mano con fuerza y se la puso en la gran bolsa zonta, tocando lo que hubiera alrededor, ésta vez de un tamaño similar. Estuve embarazada alrededor de seis meses, me veía el ombligo inflamado de bichos intestinales y le hablaba a la criatura; tenía miedo de que cuando naciera se descubriera mi apasionada aventura con el machito. No nacía nada. Un día, talvez un año después, empozaba rojo en la ropa interior y mi mamá tuvo que hablar de la verdad del embarazo. Desde entonces los penes tuvieron otro significado en mi vida y los testículos empezaron a ser dos.

Wednesday, June 6, 2007

Comida de las 5

Cuento las moscas de la mesa como si me pertenecieran, mi pequeño circo sobre lo que continúa vivo en el plato. Pienso en sus alas y se multiplican; el cuarto pasa a ser un cubo transparente de ala de mosca. En el bus vi una pareja transparente. Se lamían con cuidado para infectarse sólo lo necesario. Se bajaron volando dos paradas antes de la mía. Dejaron los asientos vibrando y una ausencia en el oído. Ahora hay diecisiete moscas chocando, lloviendo precipitadamente. Se empiezan a quebrar las paredes de ala por el silencio. El asiento de al lado no vibra, el plato de la mesa se ha terminado de morir y no hay nadie que vuele, solamente lo necesario.

Sunday, June 3, 2007

As de oros

soplo, tiro los cuadritos en el paño de la mesa y soy feliz
Verónica Viola Fisher


Se debe negar lo que te conmueve, decís. Los dibujos de chiquitos, las frases marcadas de los libros, las burbujas. Se debe evitar las zonas cálidas, aquellas que alteren el tejido de cuerdas que sos: bullicioso con el viento y enredado entre tus propias articulaciones. Tenés que destruirte mucho, decís; con fuerza y frecuentemente, y te ves constantemente en el espejito que traes en la bolsa del pantalón y te amás con fuerza y frecuentemente; como si los dolores pequeñitos de los otros no te cupieran en la boca.