Sunday, April 15, 2007

cuándo

no soy nada
nunca seré nada
no puedo querer ser nada
esto aparte...

No sé en que momento pasó o fue pasando. A veces uno camina imitando su antigua cadencia con el tacón quebrado y no se entera hasta que la cara choca contra el piso y decís : -mmm por eso la nariz ardía- No sé en que momento deja de importar todo lo que sos o has sido, no sé. Cuándo dejás de ser suficiente, cuando la impotencia, cuando la furia, cuando las pocas certezas sobre vos machacadas contra el piso. Ahí, en ese punto donde nisiquiera podés pretender ser nada, nisiquiera pretender pretender, ni siqui..., en ese punto exacto donde emocionarse es una pretensión egoista e irrealizable y de nuevo te querés dormir y la pastilla no existe. En qué momento sucede esto también. Cuándo se decide abrir la boca grande para que entre el río. Cuándo las piernas se llenan de peces y el pelo se enreda y de pronto...estás flotando tibia como si valieras algo; como si fueras un poco suficiente, emocionante, exitante, como si, después de haber sido convencida de que cualquier par de medias sucio es más atrayante, volvieras a ser hermosa.

1 comment:

Amorexia. said...

Y los que amamos el feísmo, y al final terminamos siendolo todos, amamos las medias sucias, las almohadas babiadas y demas fluidos corporales lacerados por la cama, el baño y la vida... no hace falta el glamour para amar, no te preocupes.