Para evitar las franjas horarias y los cigarros completos es necesario un corazón de manzana. Un diminuto corazón de manzana capaz de besar los semáforos y huir de los aldeanos que amenazan agitando sus morbo-bocinas de envidia-diaria. Una sombra que no salga de vos, que esté siempre dentro, chorreando por la espalda. Una sombra de felpa que aparezca de noche por medio a la par tuya con la única explicación de no poder (por más que lo intente) saltarse los días pares.
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1 comment:
Wow! (que mas querés que te digán?)
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