Monday, March 26, 2007

El trópico

Camino con un temblor colgando. Pequeñas contracciones como un collar grande que choca en el cuerpo con los pasos. Si por casualidad me toca, todo se agudiza y sudo. Cambio los ritmos según el trayecto, a veces quiero correr y me detengo. Veo los ojos de la gente y se me sonroja el estómago por dentro. Luego, mientras hago la fila del banco o del bus, me recuerdo frente al espejo con las manos en el pecho, veo como en una estampita esa risa incontrolable y la humedad del cieloraso. La fila se ensancha, soy más grande y puedo sentir la temperatura de la cajera y la del tercer hombre de la fila, que me sonríe con miedo.

1 comment:

Amorexia. said...

Es decir que el trópico existe gracias a la cercanía de la gente que lo habita.