Wednesday, May 16, 2007

Mis disculpas

Escribo como leo, de un tema a otro. Talvez por eso me fascino con el país de las maravillas, donde brinca de imaginarios reales constantemente, creo que ahí está el placer. Aprender a fumar o a tocarse con la izquierda como se come el pedazo de hongo que te hace grande o pequeño. Es el mismo goce que hay en el fuego, las llamas se encogen y cambian de colores con la belleza de los fuegos artificiales pero sin artificio; sin montaje. Aunque ciertamente escribir es un montaje, gusto de imaginar ir en un carril con intersecciones posibles que cambia de paisaje: los míos aleatoriamente con los tuyos, los de todos. De pronto aquel excitante hueco se convirtió en mar y Alicia se ahoga. Siempre va a terminar, el es momento de terminar y continúa. Los animales con sombrero son las pequeñas contracciones y el gato nunca tuvo una sonrisa más amplia que en el momento que le mirás los ojos y se han ido; solo queda una fila de dientes brillantes, filosos. Talvez por eso tengo palabras sobrantes, llenas de guiones y paréntesis. No sabemos el final del placer, sólo que eso hace que sigamos leyendo.

2 comments:

William Eduarte said...

y por que en este texto
no tenemos brincos?

jiji

que bueno aprender a tocarse con la izquierda

Andrés A. Villalobos Vargas said...

en realidad, por aprender a tocarme con la izquierda, ahora no lo hago bien con la derecha...

siempre me gusto más la izquierda de todas maneras...