Sunday, September 9, 2007

Lagartija

No hay nada debajo. El único calor viene de la insistencia de los aparatos eléctricos sobre la cama. Acá, en la pequeña oscuridad donde nadie duerme, la dinámica tiempo-espacio ya no existe. (Afuera se oyen reptiles besándose) Después de varios días de agitar la almohada, de reírse en silencio poniendo caras distintas a los recuerdos de la gente; ya no estamos acá, ni vos ni yo; ni la atractiva lagartija que sos a esta hora de la madrugada en que no estás. Talvez la reencarnación sí existe y ni siquiera yo soy yo ahora; probablemente sea un vegetal quieto que arrancan y vuelve a crecer por culpa del karma. Seguramente sí existe y por eso me ves con los ojos grandes y te brilla la piel escamosa y verde. Por eso caminás en todas direcciones sin acercarte lo suficiente para que esos ruidos se conviertan en el coqueteo de una lengua diminuta, partida en un surco a la mitad.

1 comment:

William Eduarte said...

(shishsssssssshhhhhhzzzzz)
forma en que las lagartijas decimos que te amamos